El viernes 9 de noviembre de 2007, en las instalaciones de la Universidad Intercultural de Chiapas, se reunieron varios embajadores de países miembros de la Unión Europea (Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Países Bajos, Portugal, Rumania, Suecia, Italia, Reino Unido, Grecia y el representante de la Unión en México) con los rectores de las universidades públicas de Chiapas (Unich, Unach, Unicach, Universidad Tecnológica de la Selva y la Universidad Politécnica de Chiapas) y los directores de los centros de investigación y posgrado con sede en la entidad (CIESAS-Sureste, Proimmse-unam, Ecosur y el Centro de la Universidad Chapingo). Asistieron también la Lic. Blanca Ruth Esponda, subsecretaria de Gobierno, así como el responsable del programa “Chiapas solidario por la alfabetización”, el Lic. Alejandro Alarcón Zapata. El tema central del encuentro fue la educación en Chiapas, en particular la educación superior.
Después de que la Lic. Esponda presentara un panorama general de la educación en Chiapas –recientemente señalado como preocupante por distintos organismos encargados de evaluar la situación de la educación básica– y de que el Lic. Alarcón expusiera el programa de alfabetización del actual gobierno, los embajadores hicieron preguntas sobre el papel de nuestras instituciones frente a los problemas educativos en la entidad. Se cuestionó qué tanto la educación superior en Chiapas responde a la diversidad del estado, a las problemáticas sociales que le caracterizan hoy en día, a las expectativas de los jóvenes, a las perspectivas de empleo y a las necesidades de desarrollo. Se cuestionó también si la educación superior responde de algún modo a una planeación interinstitucional que contemple estos aspectos y que implique una colaboración estrecha y una complementariedad entre las distintas universidades y centros de posgrado.
Las breves respuestas fueron múltiples, siempre a partir de la experiencia específica y el proyecto de los directores y rectores en turno. Sin embargo, muchas de esas respuestas parecen insuficientes.
Este encuentro puede servir como convocatoria para que nuestras instituciones, fundadas todas en las últimas cuatro décadas, iniciemos o reestablezcamos el diálogo y la colaboración para evaluar la educación superior y para diseñar programas que permitan resolver los problemas de este nivel educativo de una manera más ordenada.
Después de que la Lic. Esponda presentara un panorama general de la educación en Chiapas –recientemente señalado como preocupante por distintos organismos encargados de evaluar la situación de la educación básica– y de que el Lic. Alarcón expusiera el programa de alfabetización del actual gobierno, los embajadores hicieron preguntas sobre el papel de nuestras instituciones frente a los problemas educativos en la entidad. Se cuestionó qué tanto la educación superior en Chiapas responde a la diversidad del estado, a las problemáticas sociales que le caracterizan hoy en día, a las expectativas de los jóvenes, a las perspectivas de empleo y a las necesidades de desarrollo. Se cuestionó también si la educación superior responde de algún modo a una planeación interinstitucional que contemple estos aspectos y que implique una colaboración estrecha y una complementariedad entre las distintas universidades y centros de posgrado.
Las breves respuestas fueron múltiples, siempre a partir de la experiencia específica y el proyecto de los directores y rectores en turno. Sin embargo, muchas de esas respuestas parecen insuficientes.
Este encuentro puede servir como convocatoria para que nuestras instituciones, fundadas todas en las últimas cuatro décadas, iniciemos o reestablezcamos el diálogo y la colaboración para evaluar la educación superior y para diseñar programas que permitan resolver los problemas de este nivel educativo de una manera más ordenada.
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