Gato negro, gato blanco
(Crna macka, beli macor, Francia/Alemania/República Federal de Yugoslavia, 1998)
(Crna macka, beli macor, Francia/Alemania/República Federal de Yugoslavia, 1998)
Quienes disfrutaron de Underground (1995) o Tiempo de gitanos (1988) seguramente gozarán también la película de Emir Kusturica que les recomiendo en esta oportunidad. A quienes no conozcan aún su obra, les adelanto que quizás caerán fascinados por el talento de uno de los mejores realizadores de esta época.
Gato negro, gato blanco es una película con sello de autor: se desarrolla en los Balcanes, es protagonizada por gitanos que, como en la vida real, habitan en condiciones paupérrimas; el universo que nos ofrece es miserable y bellísimo a la vez y a la menor provocación, una banda de música gitana nos inunda los oídos.
El filme narra las peripecias de Matko Destanov, un mafioso poco avezado y lleno de ambiciones, que en el intento de ejecutar un robo maestro termina en las garras de Dadan Karambolo, otro mafioso con un poco más de colmillo. Sin otra alternativa que ceder a la voluntad de Karambolo, Matko debe casar a su hijo con la hermana de Dadan.
Mientras que Matko intenta convencer a su hijo de los (nulos) beneficios que este matrimonio le traerá, el también capo de la mafia Grga Pitic, desea ver a su propio hijo casado lo antes posible. Grga es un gran amigo del padre de Matko… descuide, le garantizo que esta madeja genealógica tiene sentido y está claramente explicada en la película.
Un aspecto que encuentro de gran interés para la antropología es la obsesión de los personajes por el matrimonio: los patriarcas lo conciben como una institución sagrada que garantiza la estabilidad y prosperidad de las familias, sin que el amor sea una condición para que funcione. Los hijos también creen en la institución del matrimonio, si bien consideran que éste debe ocurrir siempre que se ame al cónyuge. Dos generaciones confluyen en la esperanza de la institución, acaso como único asidero en tiempos de caos. En tanto los personajes son de corte fársico, esta esperanza se expresa como una compulsión. Otro detalle destacable es la confianza del autor en la amistad como dispositivo restaurador del orden.
La película está disponible para renta o venta en los puntos de venta de costumbre, no se la pierda.
Gato negro, gato blanco es una película con sello de autor: se desarrolla en los Balcanes, es protagonizada por gitanos que, como en la vida real, habitan en condiciones paupérrimas; el universo que nos ofrece es miserable y bellísimo a la vez y a la menor provocación, una banda de música gitana nos inunda los oídos.
El filme narra las peripecias de Matko Destanov, un mafioso poco avezado y lleno de ambiciones, que en el intento de ejecutar un robo maestro termina en las garras de Dadan Karambolo, otro mafioso con un poco más de colmillo. Sin otra alternativa que ceder a la voluntad de Karambolo, Matko debe casar a su hijo con la hermana de Dadan.
Mientras que Matko intenta convencer a su hijo de los (nulos) beneficios que este matrimonio le traerá, el también capo de la mafia Grga Pitic, desea ver a su propio hijo casado lo antes posible. Grga es un gran amigo del padre de Matko… descuide, le garantizo que esta madeja genealógica tiene sentido y está claramente explicada en la película.
Un aspecto que encuentro de gran interés para la antropología es la obsesión de los personajes por el matrimonio: los patriarcas lo conciben como una institución sagrada que garantiza la estabilidad y prosperidad de las familias, sin que el amor sea una condición para que funcione. Los hijos también creen en la institución del matrimonio, si bien consideran que éste debe ocurrir siempre que se ame al cónyuge. Dos generaciones confluyen en la esperanza de la institución, acaso como único asidero en tiempos de caos. En tanto los personajes son de corte fársico, esta esperanza se expresa como una compulsión. Otro detalle destacable es la confianza del autor en la amistad como dispositivo restaurador del orden.
La película está disponible para renta o venta en los puntos de venta de costumbre, no se la pierda.
Karla Paniagua Ramírez
Egresada de la Maestría en Antropología Social CIESAS-DF
Profesora de laUniversidad del Claustro de Sor Juana
kpaniagua@hotmail.com
Egresada de la Maestría en Antropología Social CIESAS-DF
Profesora de laUniversidad del Claustro de Sor Juana
kpaniagua@hotmail.com
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