El fracaso de la política migratoria entre México y Estados Unidos
GOOD BYE MY CHAPARRITA,
AND DON’T CRY FOR YOUR PANCHO.
(Traducción de Carlos Monsiváis)
Desafíos de la migración. Saldos de la relación México–Estados Unidos, de la periodista y antropóloga Enriqueta Cabrera (compiladora), se puede leer como un balance del fracaso de la política migratoria en los últimos años, tanto de los Estados Unidos de Norteamérica como de México. Es un libro crítico que aborda diversos temas de la compleja y difícil relación entre dos países que poseen una frontera de 3,200 kilómetros, con economías y poderes asimétricos, una frontera que se debate entre la integración y la ruptura, la exclusión y la unidad de lo diverso; en la que, según cálculos de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, en este año de 2007, habrán de morir 550 mexicanos (La Jornada, domingo 15 de julio de 2007). Como señala Enriqueta Cabrera: “No hay dos países en el mundo en el que la migración sea más importante… se trata del tema más importante, sensible y rezagado; un tema que se expresa en cifras elocuentes: en Estados Unidos viven y trabajan alrededor de 10 millones de mexicanos, junto con otros 17 millones de ascendencia mexicana.”
El libro reúne a 16 destacados académicos e intelectuales especialista en el tema, quienes escriben 15 ensayos, en los seis capítulos que contiene. El primero, México frente a Estados Unidos, abre con un texto de Lorenzo Meyer: (“¿Nuestra Norteamérica? Desde la perspectiva mexicana, aún no”), en el cual concluye que “Para que sea realidad ‘Nuestra Norteamérica’ se requiere un cambio dramático e histórico en las estructuras políticas, económicas y mentales de…” Canadá, México y Estados Unidos. Guadalupe González González (“México y Estados Unidos: realidades y percepciones de una relación compleja”) sostiene que existen más espacios de los que se cree para que los gobiernos lleguen a acuerdos constructivos. En el segundo capítulo, Los mexicanos, mirada binacional, Carlos Monsiváis (“Del trabajo como otorgamiento de derechos”) muestra lo contradictorio de la migración, sus contribuciones, el amortiguamiento a las explosiones rurales y urbanas, además critica a los gobiernos que han dejados a su suerte a los mexicanos en los Estados Unidos. Lourdes Arizpe (“Migración mexicana, interacción cultural”) muestra el impacto cultural que la migración mexicana en Estados Unidos; concluye, que nos toca proponer una concepción de ‘transculturalidades’.
En el capítulo tercero –Migración, fantasmas y reforma— Rodolfo Tuirán (“La migración hacia los Estados Unidos: los retos del presente y del futuro”) estudia la migración mexicana en las últimas décadas, analiza algunas de sus características y demanda al gobierno mexicano el establecimiento de una política de Estado en esta materia. Rosario Green (“De fantasmas y otras fantasías”) se da a la tarea de polemizar con el libro Who are we? de Samuel P. Huntington, quien plantea que la migración mexicana en particular es un peligro para la identidad estadounidense y, por esta vía, se aproxima la redefinición de la seguridad nacional por parte de los Estado Unidos después del 11 de septiembre. Demetrios Papademetriou (“El factor mexicano en la reforma migratoria de estados Unidos”) plantea que México es el país ideal para elaborar un enfoque bilateral del problema de la migración; éste es el gran desafío. En Frontera, migración, impactos –cuarto capítulo— Elena Zúñiga Herrera y Paula Leite (“Los procesos contemporáneos de la migración mexicana a Estados Unidos”) escriben sobre los cambios que la migración ha sufrido en cuanto a magnitud, expansión y lugares de origen y destino. Jorge Santibáñez (“La frontera México-estados Unidos: espacio de integración, separación y gestión”) señala las microrregiones fronterizas con una gran integración que se han conformado y los retos que enfrentan. Miguel Escobar Valdez (“Muro, frontera y migración”) aborda el asunto de la violencia y su acrecentamiento en los últimos años, en los dos lados de la frontera.
Fracasos del control y el unilateralismo –cuarto capítulo— está conformado por los ensayos de Denise Dresser (“¿Réquiem para un romance? México y Estados Unidos frente a la migración”), Wayne A. Cornelius (“Una década experimentando con una política. Control de la migración no deseada”) y de la compiladora, Enriqueta Cabrera (“Migración: Inaceptable el unilateralismo”), los cuales dejan ver la transformación de perspectiva: de un tema social en uno de seguridad nacional; el fracaso de un entendimiento bilateral y los límites de la política unilateral de control fronterizo por parte de Washington. Finalmente, Sobre mercados y empleos –último capítulo— Rodolfo Cruz Piñeiro (“El empleo regional de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos”) da cuenta de los mercados laborales y los posibles impactos de un programa de trabajadores temporales. Mónica Verea (“A 12 años del TLCAN: igual a más migración”) subraya el hecho de que el TLCAN no contenga disposiciones que permitan la libre movilidad de las personas entre las tres fronteras de los países signatarios, lo que no ha significado, como se pensó, la disminución del flujo migratorio, por el contrario, se incrementó.
Un libro necesario y saludable, que contribuye a comprender los temas más significativos de la agenda migratoria en y entre México y los Estados Unidos; que nos permite contemplar con detalle un fenómeno por demás complejo, observar la forma cómo la frontera Norte del país se ha transformado en un espacio donde las experiencias de integración conviven con la incomprensión, la exclusión y la violencia, donde la cuestión de las identidades adquiere un profundo significado histórico, político y social.
Enriqueta Cabrera (Compiladora).
Desafíos de la migración. Saldos de la relación
México-Estados Unidos. México,
Editorial Planeta, 2007. 380 pp.
GOOD BYE MY CHAPARRITA,
AND DON’T CRY FOR YOUR PANCHO.
(Traducción de Carlos Monsiváis)
Desafíos de la migración. Saldos de la relación México–Estados Unidos, de la periodista y antropóloga Enriqueta Cabrera (compiladora), se puede leer como un balance del fracaso de la política migratoria en los últimos años, tanto de los Estados Unidos de Norteamérica como de México. Es un libro crítico que aborda diversos temas de la compleja y difícil relación entre dos países que poseen una frontera de 3,200 kilómetros, con economías y poderes asimétricos, una frontera que se debate entre la integración y la ruptura, la exclusión y la unidad de lo diverso; en la que, según cálculos de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, en este año de 2007, habrán de morir 550 mexicanos (La Jornada, domingo 15 de julio de 2007). Como señala Enriqueta Cabrera: “No hay dos países en el mundo en el que la migración sea más importante… se trata del tema más importante, sensible y rezagado; un tema que se expresa en cifras elocuentes: en Estados Unidos viven y trabajan alrededor de 10 millones de mexicanos, junto con otros 17 millones de ascendencia mexicana.”
El libro reúne a 16 destacados académicos e intelectuales especialista en el tema, quienes escriben 15 ensayos, en los seis capítulos que contiene. El primero, México frente a Estados Unidos, abre con un texto de Lorenzo Meyer: (“¿Nuestra Norteamérica? Desde la perspectiva mexicana, aún no”), en el cual concluye que “Para que sea realidad ‘Nuestra Norteamérica’ se requiere un cambio dramático e histórico en las estructuras políticas, económicas y mentales de…” Canadá, México y Estados Unidos. Guadalupe González González (“México y Estados Unidos: realidades y percepciones de una relación compleja”) sostiene que existen más espacios de los que se cree para que los gobiernos lleguen a acuerdos constructivos. En el segundo capítulo, Los mexicanos, mirada binacional, Carlos Monsiváis (“Del trabajo como otorgamiento de derechos”) muestra lo contradictorio de la migración, sus contribuciones, el amortiguamiento a las explosiones rurales y urbanas, además critica a los gobiernos que han dejados a su suerte a los mexicanos en los Estados Unidos. Lourdes Arizpe (“Migración mexicana, interacción cultural”) muestra el impacto cultural que la migración mexicana en Estados Unidos; concluye, que nos toca proponer una concepción de ‘transculturalidades’.
En el capítulo tercero –Migración, fantasmas y reforma— Rodolfo Tuirán (“La migración hacia los Estados Unidos: los retos del presente y del futuro”) estudia la migración mexicana en las últimas décadas, analiza algunas de sus características y demanda al gobierno mexicano el establecimiento de una política de Estado en esta materia. Rosario Green (“De fantasmas y otras fantasías”) se da a la tarea de polemizar con el libro Who are we? de Samuel P. Huntington, quien plantea que la migración mexicana en particular es un peligro para la identidad estadounidense y, por esta vía, se aproxima la redefinición de la seguridad nacional por parte de los Estado Unidos después del 11 de septiembre. Demetrios Papademetriou (“El factor mexicano en la reforma migratoria de estados Unidos”) plantea que México es el país ideal para elaborar un enfoque bilateral del problema de la migración; éste es el gran desafío. En Frontera, migración, impactos –cuarto capítulo— Elena Zúñiga Herrera y Paula Leite (“Los procesos contemporáneos de la migración mexicana a Estados Unidos”) escriben sobre los cambios que la migración ha sufrido en cuanto a magnitud, expansión y lugares de origen y destino. Jorge Santibáñez (“La frontera México-estados Unidos: espacio de integración, separación y gestión”) señala las microrregiones fronterizas con una gran integración que se han conformado y los retos que enfrentan. Miguel Escobar Valdez (“Muro, frontera y migración”) aborda el asunto de la violencia y su acrecentamiento en los últimos años, en los dos lados de la frontera.
Fracasos del control y el unilateralismo –cuarto capítulo— está conformado por los ensayos de Denise Dresser (“¿Réquiem para un romance? México y Estados Unidos frente a la migración”), Wayne A. Cornelius (“Una década experimentando con una política. Control de la migración no deseada”) y de la compiladora, Enriqueta Cabrera (“Migración: Inaceptable el unilateralismo”), los cuales dejan ver la transformación de perspectiva: de un tema social en uno de seguridad nacional; el fracaso de un entendimiento bilateral y los límites de la política unilateral de control fronterizo por parte de Washington. Finalmente, Sobre mercados y empleos –último capítulo— Rodolfo Cruz Piñeiro (“El empleo regional de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos”) da cuenta de los mercados laborales y los posibles impactos de un programa de trabajadores temporales. Mónica Verea (“A 12 años del TLCAN: igual a más migración”) subraya el hecho de que el TLCAN no contenga disposiciones que permitan la libre movilidad de las personas entre las tres fronteras de los países signatarios, lo que no ha significado, como se pensó, la disminución del flujo migratorio, por el contrario, se incrementó.
Un libro necesario y saludable, que contribuye a comprender los temas más significativos de la agenda migratoria en y entre México y los Estados Unidos; que nos permite contemplar con detalle un fenómeno por demás complejo, observar la forma cómo la frontera Norte del país se ha transformado en un espacio donde las experiencias de integración conviven con la incomprensión, la exclusión y la violencia, donde la cuestión de las identidades adquiere un profundo significado histórico, político y social.
Enriqueta Cabrera (Compiladora).
Desafíos de la migración. Saldos de la relación
México-Estados Unidos. México,
Editorial Planeta, 2007. 380 pp.
Dr. Hugo Azpeitia
Investigador del CIESAS-DF
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