Editorial. Instituciones religiosas, dinñamicas sociocultural y colonialismo: historia de las cofradias de indios en los pueblos tzotziles y tzeltales

Instituciones religiosas, dinámica sociocultural y colonialismo:
historia de las cofradías de indios en los pueblos tzotziles y tzeltales de Chiapas

Motivada por el interés de seguir pro­fun­dizando en el conocimiento de diferentes aspectos de la historia de los pueblos de indios del estado de Chia­pas y convencida de la necesidad de mostrar que la población indígena no fue un ob­jeto pasivo de los procesos –como la historiografía ha querido mostrar– sino fue capaz de protagonizar, influir y, aun en algunas ocasiones, decidir sobre su propio destino, tras un acercamiento a las cofradías andaluzas del Aljarafe sevillano, en España inicié y desarrollé el proyecto sobre las cofradías de indios en los pueblos tzotziles y tzeltales.
Cuando los dominicos pisaron por primera vez las tierras de Chiapas, la historia de sus pueblos comenzó a con­vulsionarse. Pocos años después de su llegada se inició un periodo intensivo de evangelización que sustitu­yó a los tímidos intentos de los primeros años después de la Conquista y que posteriormente dio paso a la pesa­da carga que supuso para los indios el sostén de la administración parroquial. Junto con los colonizadores, los frailes fueron los encargados de someter a la población nativa al sistema colonial, cuyo objetivo fue la integración de los indios a la sociedad y economía de la Colonia o, lo que es igual, su sometimiento a los españoles para la mejor y más rápida explotación. Esta integración implicaba­ que los naturales adoptaran los modelos de comportamiento occidentales, únicos que los colonizadores considera­ban civilizados y que permitirían a los españoles el control de la población. Por esta razón, procuraron transformar todos los ámbitos del sistema cultural autóctono que no fuesen compatibles con los modelos españoles y, por ende, que resultaban un obstáculo para conse­guir sus objetivos. Fue el inicio de los cambios, demasiado bruscos durante el primer siglo de coloniza­ción, instrumentalizados a través de instituciones impuestas de forma com­pulsiva, que se encargaron de articular y organizar la administración de los asuntos coloniales. Dentro de este marco, y con este objetivo, apareció la cofradía, la que al poco tiempo de su introducción en el siglo XVI fue adoptada y apropiada por la población nativa como parte de su cultura propia.
Ese último hecho fue el que originó y guió la investigación de este proyecto;­ la pregunta central giraba en torno a las razones por las cuales los indios de Chiapas no sólo aceptaron sino que se apropiaron de esta institución hasta su inclusión dentro de su corpus cultural.­ Paralelamente surgió el interés por examinar las modificaciones que le hicieron a esta asociación para adaptarla a su particular forma de organización so­cial, en pos de favorecer sus propios intereses.
Con estas cuestiones en mente, comencé a recopilar la información que contienen los más de ochenta libros de cofradías que trabajé en el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, referentes a los pueblos del área de estudio. Esta docu­mentación fue complementada con otros tipos documentales del mismo acervo y del Archivo General de Indias (España) y el General de Centroaméri­ca (Guatemala) que me permitieron contextualizar el desarrollo en el tiempo de esta institución. Por último, los documentos del Archivo Histórico del Estado de Tuxtla Gutiérrez me aportaron algunos datos sobre los derroteros de las cofradías en el siglo XIX, aunque no con la profundidad que en un principio me había propuesto.
El proyecto pretendía realizar un estudio sobre las cofradías de indios que se fundaron en los pueblos habitados por hablantes de las lenguas tzotzil y tzeltal de Chiapas, desde sus primeras fundaciones en el siglo XVI hasta su desaparición en el último tercio de la centuria decimonónica. Estudio de larga duración en el que el principal enfoque de análisis era el institucional, para conocer su estructura y funcionamiento, paralelo al examen de las relaciones sociales, económicas y políticas que se generaron a su alrededor, tanto las que se dieron entre sus miembros como entre éstos y el mundo exterior, para mostrar cómo estas instituciones se inmiscuyeron en cada uno de los ámbitos de la vida de los pueblos de indios. Me proponía evaluar de qué forma y por qué esta institución logró adecuarse al mundo cultural indígena, del que terminó formando parte, lo que me permitiría conocer algo más sobre los procesos de dinámica sociocultural de estos pueblos y sobre los mecanismos que utilizaron para resistir y/o adaptarse a la situación colonial.
Fue un proyecto individual cuya investigación, por diferentes razones,­ duró más tiempo del que estaba programado pero que ha concluido con la producción de un manuscrito, que en un futuro buscará convertirse en un libro para difundir los resultados de la investigación. Además, durante el desarrollo del proyecto se publicaron varios productos intermedios en revistas nacionales e internacionales; asimismo, los avances parciales fueron discu­tidos en diferentes foros académicos, que en ocasiones reafirmaron las ideas iniciales y en muchas otras ampliaron o modificaron la perspectiva que tenía en un principio. Sin duda, la discusión con los colegas del CIESAS y de otras instituciones con quienes comparto intereses académicos ha sido la más enriquecedora. El debate no se acaba, pues se requiere que los estudios sobre la historia de los pueblos indios de Chiapas continúen; este proyecto ha servido para cubrir sólo una parte de ella y ha dado pie a otros temas de investigación.
El trabajo contiene en primer lugar­ una caracterización de las cofradías en Chiapas, desentrañando la lógica de sus fundaciones, seguida por un aná­lisis de los aspectos esenciales de la institución –cargos y elecciones, economía, funciones religiosas, entre otros– mostrando a la vez de qué forma estos rasgos se relacionaron con la organización social, política, económica y religiosa de los pueblos de indios, y qué papel desempeñó en los procesos de adaptación en cada uno de estos ámbitos. Ello me permitió hacer una reflexión sobre el significado que adquirió esta institución entre los grupos de población en los que se estableció, teniendo en cuenta que estas relaciones sociales se dieron en un contexto de dominio colonial.
Las cofradías fueron introducidas en los pueblos de Chiapas por los religiosos dominicos con la intención de que fueran un instrumento para doctrinar a los naturales. Con ella se implantó una institución inexistente en la época prehispánica, se extrajeron recursos económicos de los pueblos, se introdujeron santos e idea religiosas totalmente ajenos a la cosmovisión indígena. Sin embargo, la población india tuvo la capacidad de transformarla, lo que provocó cambios significativos en cuanto a su principal función original. De ser un instrumento de los evangelizadores, se convirtió en punta de lanza de la resistencia indígena ante la situación de dominio; en un espacio social en el que podían dar cauce a su disidencia por las condiciones que imponían las relaciones de poder. También se convirtió en un mecanismo que hizo posible la reestructuración cultural de estos grupos, ya que intervino en la reorganización política, social, económica y religiosa de los pueblos de indios. Junto con el cabildo, que con frecuencia colaboraba en los gastos de la vida ceremonial y con el que estuvo estrechamente relacionado, la cofradía fue una de las instituciones más importantes de la vida de los pueblos. No obstante que algunos autores han considerado que ambas eran una misma institución, esta investigación muestra que, al menos en esta área de estudio, hubo una separación de funciones y que fueron corporaciones completamente diferentes.
El primer aspecto que destaca de las cofradías es su carácter colectivo y organizativo; desde sus orígenes­ tuvo como funciones más importan­tes la fraternidad, solidaridad y ayuda mutua entre los miembros del gru­po social en donde se fundaba. Además, tenía un claro carácter religioso,­ relacionado con la celebración­ de la festividad de los santos patronos, la veneración y el culto a diferentes advocaciones y misterios del catolicismo, el fomento de la religiosidad popu­lar. Esto último es lo que resalta en las cofradías de indios de este estudio. Observamos a las cofra­días en el contexto de las transforma­ciones religiosas asociadas a la evangelización y el nacimiento de una nueva religión entre los pueblos nativos. El desarrollo de las características de esta nueva religión, que tuvo varias fases –Ruz las llama total erradicación, conjunción, inversión del orden–, estuvo marcado por el intento inicial de destrucción del mundo religioso autóctono, considerado como diabólico e idolátrico y la imposición de un nuevo sistema religioso. Pero a lo largo del camino, se fueron desarrollando varios procesos que determinaron las características de la religión sincrética, resultado de éstos me refiero a los que contempla Marzal en su teoría sobre el sincretismo: persistencia, pérdida, síntesis y reinterpretación. También en este ámbito, las poblaciones originarias desarrollaron mecanismos que le permitieran adaptarse a la nueva situación, aprovechando, a menudo, los espacios que el mismo sistema colonial les daba.
Además de lo anterior, las cofradías también cumplieron significativas funciones económicas y sociopolí­ticas. Dada la situación de presión colonial que vivían los pueblos de indios en Chiapas, la población nativa utilizó varias estrategias de resistencia y adaptación que le permitieron lograr la integración y cohesión del grupo y preservar los contenidos culturales necesarios para fortalecer su identidad. Desde el punto de vista teórico, el aporte de Bonfil sobre el control cultural me ayudó a explicar la importancia de estas instituciones para los pueblos indios. Señala el autor que la cultura propia, es decir, aquella que se conforma con los ámbitos de la cultura autónoma y la apropiada, está constituida por un patrimonio cultural que no es inmutable, sino que se modifica incesantemente. Muchos de los elementos que componen este patrimonio han sido incorporados a lo largo de su historia, y todos son necesarios para la permanencia del grupo.
La amplia historiografía que hay sobre cofradías me permitió conocer desde diversas perspectivas el pasado de esta institución entre los indígenas de diferentes regiones de América. Independientemente del papel que cada autor le otorga, prácticamente todos coinciden en que ella contribuyó a arraigar el catolicismo entre las poblaciones originarias, que la aceptaron con gran entusiasmo y le imprimieron una dinámica propia, diferente en cada caso, mostrando la importancia que tuvieron los procesos de localización. También coinciden en que las cofradías fueron más allá de los aspectos puramente religiosos, entrelazándose con las esferas de lo social, lo político y lo económico de la vida de los pueblos, y fueron estas esferas, en muchos casos, las que determinaron sus características en cada lugar o entre cada grupo de población. Fue, precisamente, el potencial económico el que marcó la gran diferencia entre la mayoría de las cofradías tzotziles y tzeltales y las de otras regiones de la Nueva España, lo que condicionó la vida de la institución en esta área y los procesos socioculturales que se desarrollaron a su alrededor.
El análisis de las cofradías tzotziles y tzeltales muestra que los pueblos de indios se apropiaron de ellas porque tuvieron un importante papel en todos los ámbitos de su vida social y fue un mecanismo que les permitió al principio adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por el régimen colonial y posteriormente, cuando pasó a formar parte de las instituciones que articulaban la vida de estos pueblos, fue utilizada por su población para posicionarse frente al poder colonial. Los pueblos de indios tuvieron una gran capacidad de adaptación y de resistencia; la mirada de esta investigación pretende presentamos a los indios precisamente como sujetos de la historia y no como meros objetos; nos muestra que a través de diferentes mecanismos, como las cofradías, la población nativa supo ser protagonista de los acontecimientos, imprimirles carácter e incluso­ modificarlos en algunas ocasiones si así convenía.
Este enfoque no es nuevo, sin embargo, el carácter de cada región y de su población hizo que la misma institución funcionara y se desarrollara de forma diferente, por lo que esta investigación permite comprender y conocer algo más sobre sus peculiaridades en Chiapas y del carácter de los pueblos de indios de la entidad. Muestra, paralelamente, las diferencias regionales de la colonización americana y los diversos derroteros que siguió la historia de los pueblos de indios. El objetivo es contribuir no sólo al conocimiento de esta insti­tución, sino también analizar desde la historia social algunas facetas del pasado de los pueblos indígenas de Chiapas durante la Colonia y el siglo XIX, para poder profundizar en la interpretación de los procesos socioculturales que se desarrollaron en ellos.
Dra. María Dolores Palomo I.
CIESAS-Sureste
dpalomo@ciesas.edu.mx

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