Tesis sustentadas

CIESAS-DF
Doctorado en antropología
El alumno Refugio Nava Nava, de la generación 2003-2007 obtuvo el 7 de enero de 2008 el grado de doctor con la tesis­ Amopolihuiz in totlahtol: “No se perderá nuestra lengua”. Ideologías, prácticas y retención del náhuatl en San Isidro Buensuceso, Tlaxcala. Su directora de tesis fue la Dra. Lourdes­ de León Pasquel (CIESAS-DF) y el jurado calificador se integró con los doctores Rossana Podestá Siri (BUAP), Catherine Good Eshelman (ENAH) y José Antonio Flores Farfán (CIESAS-DF). En esta investigación se analizan los factores que contribuyen a la retención del náhuatl en una comunidad asentada en una región de profundo desplaza­miento lingüístico. San Isidro Buensuceso, Tlaxcala, ubicado en las faldas del volcán la Malintzin, representa un caso distinto al resto de las comunidades vecinas donde sólo algunos adultos y la mayoría de los ancianos hablan la lengua náhuatl. En esta comunidad encontramos personas de todas las generaciones que, a pesar de ser también hablantes de español, utilizan la lengua indígena para su comunicación­ diaria.
Entre los factores que permiten la alta retención de la lengua indígena destacan algunos aspectos estructurales apoyados por un constructo ideológico a favor del bilingüismo. El modelo de familia extensa, vigente en la comu­nidad, permite que los padres de familia no sean los únicos que decidan qué lengua hablarán sus hijos. En este modelo, la socialización entre pares es fundamental, pues aunque en algunos hogares se habla sólo español, los niños aprenden la lengua indígena al integrarse a grupos de amigos o compañeros de escuela. Además, la vigencia de comuni­dades de práctica y de redes sociales de gran historicidad permite la reproducción de prácticas culturales en las que la lengua indígena es un elemento constitutivo. Esta reproducción cultural en lengua indígena está sustentada en una serie de ideologías lingüísticas promovidas desde hace muchos años por agentes culturales como los sacerdotes bilingües y la escuela.
La investigación propone un análisis del desplazamiento lingüístico a partir del concepto de género discursivo. Esta­ aproximación permite notar que, aunque efectivamente una buena parte de los niños habla náhuatl, los espacios de uso y sus interlocutores en esta lengua son cada vez menores. El hecho de que la mayoría de la población, en algún momento, utilice la lengua indígena da la impresión de que la lengua goza de gran vitalidad, sin embargo, un análisis detallado muestra que muchos niños manejan sólo determinados géneros discursivos en lengua indígena.
La instauración de un bilingüismo generalizado, en vez de una transición rápida hacia el español, ha permitido a la gente de San Isidro Buensuceso la construcción de un sistema semiótico en el que el uso de sus dos lenguas resul­ta necesario para indexicalizar sus múltiples identidades. Este nuevo sistema ha resultado ser tan productivo que, además de utilizar sus dos lenguas de manera separada, los hablantes se benefician de la simultaneidad de los dos sistemas lingüísticos al producir un discurso heteroglósico en el que explotan las diferencias ideológicas de cada lengua.
El pasado 14 de enero de 2008 el alumno Homero Ávila Landa, perteneciente a la generación 2003-2007 aprobó su examen doctoral con la tesis Políticas culturales en el marco de la democratización. Interfaces socioestatales en el movimiento jaranero de Veracruz, 1979-2006. Su director de tesis fue el Dr. Ernesto Isunza Vera (CIESAS-Golfo) y el jurado estuvo integrado por los doctores Gabriel Torres González (CIESAS-Occidente), Jorge Arturo Chamorro Escalante (U de G) y Gustavo Lins Ribeiro (Univ. de Brasilia). Los procesos culturales dados en el marco de la construcción demo­crática, entendida como dinámica de la vida política en la que centralmente ocurren luchas entre diferentes agentes y proyectos por definir los márgenes, formas y temas de lo político hoy, demandan abordajes que recuperen la complejidad que deriva de las luchas entre los diferentes sujetos que le dan origen y la protagonizan.
La democratización en México, entre otros campos, pasa por la instauración de mecanismos de participación en el desarrollo cultural de los tres ámbitos de gobierno desde finales de los años ochenta del siglo veinte. Así se haya tratado de mecanismos de participación “insuficientes”, son de políticas culturales centrales para el devenir de la diversidad cultural actual.
Como cualquier política pública, éstas se han visto expuestas a la influencia de distintos proyectos políticos en pugna por implantar sus visiones/acciones que respecto del deber ser social y político sostiene cada uno de ellos. De hecho, las políticas resultan campos de batalla de dichos proyectos políticos.
Mediante esos principios teóricos el autor llevó a cabo el estudio de la revitalización de expresiones populares del sur de Veracruz; en particular del fenómeno de recuperación de las prácticas del son y el fandango desde la intervención que para ello han efectuado tanto de la sociedad civil como del Estado mediante sus instituciones y políticas culturales. Se observó por tanto las formas que asumen los encuentros entre una ciudadanía interesada en el desarrollo de su cultura y la acción cultural oficial; ambas dinámicas dan pie, mediante interfaces socioestatales, al llamado Movimiento Jaranero de Veracruz durante las últimas tres décadas.

No hay comentarios.: