Editorial. El derecho a la educación entre la niñez indígena oaxaqueña: Un proyecto de colaboración entre el CIESAS-Pacífico Sur y Unicef México

El estado de Oaxaca presenta rezagos educativos de los más profundos en el país. En el año 2000 el estado mantuvo la segunda tasa más alta de analfabetismo a nivel nacional entre la población mayor de quince años (21.6%). Del total de la población analfabeta de Oaxaca, 75% se concentra en municipios indígenas, lo mismo que 69% de la población sin primaria completa El promedio de escolaridad de los oaxaqueños es el segundo más bajo a nivel nacional (5.6 años) y prácticamente dos años rezagado en relación al promedio nacional (7.3 años). El Conteo 2005del inegi reporta casi 60 000 niños y niñas entre las edades de 6 y 14 años que no van a la escuela y en 2004 casi 20% de ese grupo no tenía habilidades para leer ni escribir, un dato que refleja no sólo la profunda exclusión escolar sino también un enorme problema en la calidad de la atención educativa.

Frente a esta situación, a finales de 2005 el Fondo de Naciones Unidas para la Protección de la Infancia (Unicef) invitó a un equipo de investigadores de la sede Pacífico Sur del CIESAS para que nos volviéramos ejecutores técnicos de la Iniciativa “Todas las niñas y los niños a la escuela en Oaxaca”, que este organismo está llevando a caboen algunos de los estados de la república con mayor rezago educativo.
La Iniciativa Unicef en Oaxaca tiene como objetivo fundamental la promoción del derecho a una educación básica de calidad para la niñez oaxaqueña, con el fin de que todos los niños y las niñas asistan y permanezcan en la escuela y que éstas cuenten con los requerimientos mínimos necesarios en términos de infraestructura, equipamiento, materiales y capacitación de los docentes, además de promover el derecho de la niñez indígena a una educación bilingüe e intercultural que sea profundamente respetuosa y promotora de las culturas y lenguas autóctonas.
Una de las razones fundamentales por las cuales Unicef identificó al equipo del CIESAS como contraparte ideal en Oaxaca está relacionada con el fuerte componente de investigación-acción que se planteó desde un principio como necesario en el desarrollo de la iniciativa en nuestro estado. Es importante mencionar que la sede Pacífico Sur se ha especializado en investigaciones sociales que tratan de las múltiples problemáticas históricas y contemporáneas de los pueblos indígenas, uno de los sectores más afectados por la marginación y el rezago educativo en Oaxaca. Dentro de los temas tratados, tienen particular importancia la conceptualización y promoción de los derechos culturales, lingüísticos y ciudadanos de los pueblos indígenas, así como el análisis de las desigualdades e inequidades derivadas de la raza-etnicidad, la clase social y el género. Varios de los investigadores que integran el equipo de trabajo participamos activamente en el análisis y evaluación de políticas públicas, como aquellas destinadas a los pueblos indígenas o las relacionadas con la política educativa y lingüística, la política en salud y la de género. Es por este “sello” que nos caracteriza que nos resultó atractiva la invitación de Unicef a un grupo de cuatro investigadores, los maestros Juan Julián Caballero y Manuel Ríos, y los doctores Salvador Siguenza y Paola Sesia.
Unicef nos solicitó diseñar e implementar un diagnóstico que pudiera cuantificar y cualificar el problema de la exclusión escolar en el grupo de edad de los cuatro a los catorce años, edades que comprenden la educación básica obligatoria en México y que incluye educación preescolar, primaria y secundaria. Asimismo, se nos solicitó identificar las principales causas de esta exclusión en el estado. Desde un principio adoptamos el enfoque de derechos de la niñez promovido por este organismo, en donde se establece claramente que la educación es un derecho primordial que las niñas y niños tienen y que cuando este derecho no se cumple, la responsabilidad principal no es de los niños que “no asisten” o “desertan” sino del sistema que los excluye.
En un esfuerzo en conjunto con un equipo interinstitucional compuesto por profesionales del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (ieepo) y del Sistema dif estatal, nos dimos a la tarea inicial de revisar las fuentes oficiales de información (inegi e ieepo) y definir en el universo de los 570 municipios de Oaxaca, aquellos que consideráramos prioritarios para el desarrollo de los diagnósticos cualitativo y cuantitativo. La selección de estos municipios se determinó en general a partir de los números absolutos y los porcentajes de niños y niñas que no van a la escuela en cada municipio; números y porcentajes que se derivaron del Censo 2000 de inegi.
El diagnóstico cuantitativo tenía la doble finalidad de: a) identificar en el municipio a través de un barrido municipal (casa por casa) a aquellas niñas y niños que no van a la escuela para canalizarlos a las instituciones responsables, darles atención y promover su incorporación al siguiente ciclo escolar; y b) validar o rectificar las cifras oficiales de exclusión escolar manejadas por el ieepo y el inegi. Para este diagnóstico los municipios prioritarios seleccionados fueron aquellos de profundo rezago educativo, con altos números absolutos o porcentajes de población infantil excluida del sistema escolar. Siete de estos municipios son profundamente rurales e indígenas, con grados de marginación muy altos y con índices de desarrollo humano muy bajos; dos son urbanos (Oaxaca y Tuxtepec), con números absolutos altos pero porcentajes bajos de niños y niñas que no van a la escuela.
En principio, el ieepo hubiera tenido que realizar el barrido municipal para el diagnóstico cuantitativo, con el apoyo y la asesoría de nosotros. Sin embargo, por la huelga magisterial y el profundo conflicto político que sacudió al estado de Oaxaca a partir de mayo-junio de 2006, decidimos tomar en nuestras manos la realización del barrido municipal en los cuatro municipios rurales-indígenas que coincidían con el diagnóstico cualitativo; éste último a nuestro cargo desde un principio. Estos municipios son San José Tenango (mazateco), San Martín Peras y Coicoyán de las Flores (mixtecos), este último con el índice de desarrollo humano más bajo de Oaxaca y el segundo más bajo en el país y Santa María Guienagati (zapoteco del Istmo).
El diagnóstico cualitativo tenía la finalidad de investigar las causas que llevan a que niños y niñas en edad escolar no vayan a la escuela, dentro de contextos familiares, socioeconómicos, y territoriales-comunitarios (presencia/ausencia de escuelas, carreteras y/o transporte) específicos.
En condiciones muy difíciles por el conflicto político que se propagó por todo el estado y se profundizó en la segunda mitad de 2006, durante el segundo semestre de ese año y hasta abril 2007 realizamos el trabajo de campo para el diagnóstico cualitativo y el barrido municipal en los cuatro municipios rurales indígenas que coincidían entre ambos diagnósticos. Entre los dos diagnósticos levantamos casi 9 000 cédulas de hogares, realizamos más de 300 entrevistas a profundidad con autoridades municipales y locales, padres y madres de familia, directores de escuelas y maestros y detectamos a casi 3 000 niños y niñas que no van a la escuela, sólo en estos cuatro municipios. En el trabajo de campo también hicimos un diagnóstico, localidad por localidad, de la situación de infraestructura, recursos humanos y recursos materiales de las escuelas; reportando además las localidades que no tienen servicio escolar alguno. Por último, detectamos situaciones de niños y niñas que padecen enfermedades crónicas o presentan alguna discapacidad y por ello no van a la escuela.
El material generado se terminó de procesar y se está analizando, ya que rebasó con mucho las previsiones iniciales, considerando que el barrido municipal generó más de 6 000 cédulas y fue una actividad no prevista, es decir, que nosotros no íbamos a manejar directamente. Aun sin tener todavía los análisis definitivos de la información –mismos que plasmaremos en un informe general a publicarse– identificamos sin embargo los siguientes hallazgos:
Encontramos un profundo rezago en educación preescolar; faltan escuelas o no hay maestros pero también hay una cultura prevaleciente en comunidades indígenas de que la educación preescolar no es importante y los niños tienen que ir a la escuela cuando tengan por lo menos seis o siete años de edad. El preescolar se concibe en algunos casos como una pérdida de tiempo, ya que “lo único que hacen ahí es jugar, no aprenden”; se subestima el valor del juego en el desarrollo infantil y el aprendizaje que proporciona a los niños y las niñas.
Encontramos condiciones de profunda discriminación interétnica que se traduce en falta de atención educativa a niños de localidades que hablan otra lengua indígena en educación preescolar, primaria y secundaria. Se detectaron a casi 200 niños y niñas indígenas que padecen enfermedades crónicas o discapacidad de diverso tipo y severidad y que nunca han recibido un diagnóstico clínico o psicopedagógico. Los padres desconocen totalmente la situación de sus hijos e hijas, sus potencialidades y limitaciones. Los menores no reciben ningún tipo de atención, se encuentran confinados en casa y, en la mayoría de los casos, son estigmatizados, escondidos, rechazados y profundamente discriminados en la familia, la localidad y en la escuela, en los pocos casos en donde llegan a asistir.
Encontramos un profundo rezago en infraestructura en los servicios escolares, que se vuelve mucho más evidente en los municipios indígenas y en las localidades más pequeñas y aisladas. Detectamos escasez de plazas de maestros o maestros que no asisten con regularidad a las escuelas asignadas, sobre todo en las localidades indígenas más alejadas y aisladas. Son éstas comunidades las que mayor atención necesitan y reciben la peor.
Encontramos escenarios de profunda pobreza, en los que la economía tradicional de subsistencia campesina ha sido totalmente desfuncionalizada y en los que la opción migratoria para trabajar en los campos agroindustriales del norte de México o de Estados Unidos se vuelve la única alternativa para sobrevivir y alimentar a la familia. En los municipios mixtecos de San Martín Peras y Coicoyán de las Flores la migración es en su mayoría de carácter cíclico anual y es tan generalizada, que entre noviembre y mayo la población migra hasta en 50%, llevándose a los niños y a las niñas que son retirados de la escuela y en muchos casos a partir de los siete años trabajan a lado de sus padres en los campos agrícolas durante largas jornadas laborales y sin tener derecho a la escuela, menos al juego.
Registramos casos de maestros y directores de escuelas de educación indígena que no hablan las lenguas indígenas del lugar en donde están asignados. Varios de ellos no tienen preparación alguna para trabajar en contextos indígenas bilingües y enseñar de manera intercultural. Encontramos además una profunda falta de materiales didácticos en lenguas indígenas, lo que imposibilita que esos niños puedan aprender en su lengua materna, revalorizando así su cultura y sus saberes.
Aun si el nivel de asistencia y de escolaridad de las niñas con respecto a los niños ha aumentado en los últimos años, lo que ha reducido notablemente la brecha de discriminación a la que históricamente las niñas y las adolescentes han sido sometidas, encontramos algunos casos evidentes de discriminación de género en los hogares; sobre todo en lo que se refiere a la oportunidad de seguir los estudios en nivel de secundaria.
A raíz de estos hallazgos, se decidió, en conjunto con la representación de Unicef, reorientar las actividades de la Iniciativa para 2007 hacia la problemática de la educación y el rezago escolar en regiones indígenas de Oaxaca. El plan de trabajo que estamos desarrollando actualmente contempla los siguientes ejes:
1) Privilegiar la intervención para reducir la exclusión escolar en el ciclo escolar 2007-08 en los cuatro municipios antes mencionados. Para tal fin, se canalizó la información generada en los diagnósticos al ieepo, Sistema dif-Oaxaca y el Consejo Nacional para el Fomento Educativo (Conafe) y con estas instituciones se ha diseñado un plan de intervención que se está presentando a las autoridades municipales en talleres comunitarios. A partir de agosto y como parte de una campaña local de comunicación social, el equipo del ciesas producirá y difundirá cuñas de radio en español y lenguas indígenas con mensajes apropiados culturalmente para promover que la niñez vaya a la escuela.
2) Identificar y promover acciones, programas y modelos educativos bilingües e interculturales que se hayan generado en, para y con organizaciones y comunidades indígenas. Aquí se incluye la identificación, documentación y difusión de “experiencias exitosas” en la educación indígena bilingüe e intercultural; la promoción de intercambio de experiencias a nivel regional, estatal, nacional e internacional; la identificación, publicación y difusión de materiales didácticos en lenguas indígenas; la promoción y realización de talleres comunitarios de producciones radiofónicas entre niños y jóvenes de comunidades indígenas; y el apoyo a eventos académicos dedicados a la discusión en torno a la construcción de modelos viables de educación indígena bilingüe e intercultural. Las propuestas que se promueven han surgido en las experiencias de educadores, pedagogos, lingüistas, y otros intelectuales orgánicos indígenas que, desde la praxis y con un compromiso de promoción de los derechos culturales y lingüísticos étnicos, han identificado los problemas en el campo educativo y han buscado soluciones viables que merecen ser rescatadas y fortalecidas.
3) Apoyar al dif estatal en el diseño e implementación de un Plan de Atención Integral a la niñez indígena con discapacidad; plan que se aplicará en estos cuatro municipios de manera piloto a partir de julio de 2007. La finalidad es lograr la integración social plena de estos niños y niñas; superar la discriminación, el estigma y el ocultamiento que han vivido hasta ahora; promover el respeto a sus derechos y a una convivencia digna y respetuosa de la diversidad en cada hogar y en cada localidad de residencia de acuerdo con el planteamiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas (2006); y rebasar el enfoque tradicionalmente asistencialista y clínico del dif. Para lograr esto, se está promoviendo la sensibilización de las autoridades del dif no sólo en torno a la dramática situación que vive localmente la gran mayoría de la niñez discapacitada indígena en municipios rurales, sino también acerca de las limitaciones estructurales, ideológicas y prácticas de sus programas tradicionales de intervención.
Sabemos que el reto que tenemos en Oaxaca es grande y que la aportación que podemos hacer como institución de investigación social es limitada. Sin embargo, estamos convencidos que nuestra contribución es importante y tiene trascendencia más allá de la Iniciativa en Oaxaca. Unicef nos aprecia precisamente por ser un Centro Público de Investigación. Por nuestra parte, ofrecemos apoyo en metodología de investigación, en la detección del subregistro en fuentes oficiales de información, en la búsqueda de modelos autogestivos de educación indígena y en posicionar otros temas como desnutrición infantil y mortalidad materna dentro de la agenda de intervención de este organismo internacional en México. Finalmente, pensamos que con nuestra participación en este proyecto de investigación-acción, estamos contribuyendo a la identificación y resolución de problemáticas sociales que son prioritarias en la política pública del país.

Dra. Paola Sesia
Investigadora del CIESAS-Pacífico Sur
sesia@ciesas.edu.mx

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