Diálogos transfronterizos. La migración a través de la visión de los niños

La familia es uno de los motivos principales por el que miles de hombres y mujeres migran, sobre todo con el interés de mejorar la vida de sus hijos, bien sea que se queden en el país de origen o que logren llevárselos con ellos al país de destino. Esta separación de las familias trae consigo dolor, sufrimiento y nostalgias. Poco se sabe de los niños y niñas que son dejados atrás o de aquellos que son llevados con sus padres o enviados desde México una vez que los padres tienen las posibilidades económicas para pagar por su cruce a algún pollero. Tampoco sabemos mucho de aquellos que nacieron en Estados Unidos, en familias divididas, con una parte de sus parientes en México y otra en Estados Unidos, que hablan dos o tres idiomas y luchan por encontrar su propia identidad. Aunado a los efectos que la pobreza y marginación tienen sobre las vidas de los niños y niñas, la migración intensifica la vulnerabilidad en sus vidas.
Estos niños y niñas son poco escuchados, ya sea porque no se les permite expresar lo que sienten y lo que están viviendo o porque, simplemente, ellos no saben cómo decirlo. Millones de niños están siendo afectados en sus vidas por la migración. En este contexto, a finales de 2006 un grupo de investigadoras y estudiantes diseñamos un subproyecto titulado Diálogos Transfronterizos: la Migración desde la Visión de los Niños, cuyo obje­tivo fue trabajar­ con niños y niñas de las comunidades de migrantes que estábamos estudiando, tanto en Ve­racruz como en California. La Dra. Patricia Zamudio Grave (CIESAS-Golfo), coordinó el proyecto
[1] en el estado de Veracruz, en el cual participaron la Lic. Rosalba Cortés Viveros y la Mtra. Nancy Villegas García ambas integrantes del Grupo Multidisciplinario de Estudios sobre Migración de esa sede. La Dra. Magdalena Barros Nock (CIESAS-DF) coordinó el proyecto en California con la participación de las maestras Yuribi Mayek Ibarra y Anabella Cruz Martínez, ambas estudiantes del Doctorado en Antropología del CIESAS-DF. Organizamos cinco talleres de fotografía con niños y niñas en Veracruz y California, hijas e hijos de migrantes. Nuestro objetivo fue proporcionar a los niños y las niñas una herramienta para expresar lo que ha significado para ellos la migración, es decir, utilizar el recurso fotográfico como una forma simbólica y lúdica de expresión de sus sentimientos sobre la migración de algunos miembros de sus familias, de sus comunidades, inclusive de su propia migración. Asimismo nos interesaba conocer las diferentes percepciones que tienen los niños sobre la migración en contextos distintos.
Los talleres tenían un plan de trabajo común, aunque las condiciones locales, la iniciativa de las facilitadoras y la creatividad e imaginación de los niños le dieron a cada uno características propias. El proyecto entusiasmó a familias y a instituciones, así que contamos con lugares de reunión gratuitos y muy diversos: un salón ejidal, la casa de los Alcohólicos Anónimos, una oficina, una casa particular y un templo católico. Trabajamos los siguientes temas, entre otros: presentación del proyecto a los niños y sus padres, sensibilización de la imagen y expresión, introducción a la fotografía, la migración en sus vidas, su familia, su entorno y la vida en sus comunidades.
El taller de Texín fue el primero en iniciar y el de Mozomboa el último en concluir. Nancy Villegas formó dos grupos, uno para niños de seis a once años y otro para niños de doce a dieciséis. En total, participaron cinco niños y diez niñas, todos con parientes que trabajan en Estados Unidos (Chicago, Il, y Los Ángeles y Sonora, Ca) y muchos que viven bajo los cuidados de abuelos y tíos. Rosalba Cortés y Patricia Zamudio facilitaron el taller de Mozomboa, en el cual participaron seis niñas y seis niños de entre nueve y quince años de edad, cuyos parientes residen en California y en Connecticut, empleados principalmente en servicios.
En California, Magdalena Barros facilitó el taller de Santa María, formado por cuatro niños y tres niñas de entre siete y once años de edad, hijos de migrantes de Jalisco, Guanajuato y Michoacán. La mayoría son nacidos en California, hijos de comerciantes y de jornaleros agrícolas. Yuribi Ibarra facilitó el taller de Arvin, con la participación de niños mixtecos de entre siete y doce años de edad, cinco niñas y un varón, cuatro de los cuales nacieron en Estados Unidos, dos hermanas nacieron en Ensenada, todos hijos de migrantes originarios de San Juan Mixtepec, Oaxaca y que trabajan como jornaleros agrícolas. Finalmente, Anabella Cruz facilitó el taller de Gilroy, con cinco niños y dos niñas de entre ocho y dieciséis años de edad, algunos nacidos en México y otros en Estados Unidos, cuyos padres son originarios de Santa Rosa, en Veracruz y trabajan en servicios y en pequeñas fábricas.
Los niños y niñas que participaron en los talleres lograron expresar con gran candidez y belleza su realidad cotidiana, su dolor, sus alegrías y lo que la migración es para ellos hoy y será en un futuro. Con gran hermosura y franqueza nos muestran la dureza de la separación que inevitablemente trae la migración a las familias, la ausencia de los padres, las madres, los hermanos, la inevitable vulnerabilidad de los niños. Por un momento, nos permiten ver a través de sus ojos. Los niños escogieron las fotos que quieren que se presenten en exposiciones fotográficas y que salgan en un libro que publicaremos próximamente. Estamos realizando exposiciones en cada una de las comunidades donde se llevaron a cabo los talleres, en Xalapa y en el D.F. Deseamos mostrar este interesante material en el marco de las exposiciones fotográficas que se programarán con motivo del 35 aniversario del CIESAS.

Magdalena Barros Nock
CIESAS
barros@ciesas.edu.mx
[1] Este proyecto forma parte del proyecto colectivo titulado Construcción de comunidades de mexicanos en Estados Unidos, coordinado por la Dra. Magdalena Villarreal, que cuenta con apoyo de Conacyt.

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