REvistas

Metapolítica
10 Aniversario/Número 50
http://www.metapolitica.com.mx/

La revista Metapolítica celebró su décimo aniversario con un nú­mero especial integrado por 50 perfiles de pensadores políticos del siglo xx. Se trata de “una breve enciclopedia de la sabiduría contemporánea”. Para desatar el interés por esta revista voy a reproducir aquí la lista de los 50 pensadores: 1-Hannah Arendt, 2- Raymond Aron, 3- Walter Benjamin, 4- Isaiah Berlin, 5- Ernst Bloch, 6- Norberto Bobbio, 7- Jorge Luis Borges, 8- Pierre Bourdieu, 9- Roberto Calasso, 10- Elías­ Canetti, 11- Cornelius Castoriadis, 12- Emile Cioran, 13- Jacques Derrida, 14- John Dewey, 15- Michel Foucault, 16- Hans-Georg­ Gadamer, 17- José Gaos, 18 - Ernest Gellner, 19 - Antonio Gramsci, 20- Jürgen Habermas, 21- Friedrich von Hayek, 22- Martin Heidegger, 23- Albert O. Hirschman, 24- Samuel P. Huntington, 25- Ernst Jünger, 26- Hans Kelsen, 27- Claude Lefort, 28- Niklas Luhmann, 29- Herbert Marcuse, 30- José G. Merquior, 31- Edgar Morin, 32- Martha Nussbaum, 33- José Ortega y Gasset, 34- George Orwell, 35- Octavio Paz, 36- Karl Popper, 37- Ilya Prigogine, 38- John Rawls, 39- Alfonso Reyes, 40- George Santayana, 41- Giovanni Sartori, 42- Carl Schmitt, 43- Joseph Schumpeter, 44- Amartya Sen, 45- Leo Strauss, 46- José Vasconcelos, 47- Gianni Vattimo, 48- Max Weber, 49- Gabriel Zaid, 50- María Zambrano.
Todas y cada una de las selecciones se encuentran accesibles en la página web de la revista. Hay que registrarse previamen­te. Cada selección incluye un cuadro sinóptico con las principales obras del autor, títulos originales y fechas. Este listado de las obras de estos 50 pensadores políticos puede utilizarse como indicador de la dotación de libros disponibles en las bibliotecas de nuestras instituciones de educación superior.
César Cansino admite que ésta, como cualquier selección, resulta un tanto arbitraria; los lectores ciertamente extrañaremos a algunos autores. Pero hacer el intento es ya formidable. Se me antoja intentar una selección semejante para el pensamiento antropológico a nivel mundial. Extraño una reflexión explícita acerca de los criterios y principios desplegados en este ejercicio.
Esta selección representa al pensamiento político del primer mundo. Salvo Borges, Gaos, Merquior, Paz, Reyes, Sen, Vascon­celos y Zaid, los pensadores seleccionados son europeos y estadounidenses. Hay sólo tres mujeres: Arendt, Nussbaum y Zambrano. Es indispensable identificar las credenciales acadé­micas e intelectuales de los pensadores de nuestro mundo imperfecto e inacabado, de la tercera fracción del planeta.
Concluyo con un extracto del texto preparado por María Luisa Bacarlett Pérez acerca de Ilya Prigogine:
“Las ciencias sociales no han quedado ajenas a la crítica que desde la biología se ha hecho al cielo de Newton. Es en el mundo social donde se hace más que evidente que los procesos que ahí ocurren, lejos de acercarse al equilibrio, se mueven permanentemente de manera aleatoria y azarosa; a la pregunta ¿qué hace que una sociedad se mantenga junta, qué hace que una sociedad funcione, cuál es el cemento de la sociedad?, se responde en una tónica similar a la de las estruc­turas disipativas: aún no sabemos con exactitud qué hace que una sociedad siga funcionando, pero lo seguro es que de su comportamiento azaroso y poco propenso a explicaciones deterministas surge orden, ocurre una autoorganización que muchos sociólogos no han dudado en llamar autopoiesis. Marcada esta diferencia, no es para nadie un secreto esta permanente tensión existente entre las dos culturas: las ciencias naturales y las ciencias humanas. Las primeras se han guiado históricamente por el ideal de encontrar la descripción exacta, de poseer la ley determinista y unívoca que unifique bajo una misma mirada todos los fenómenos, de hacer predecibles to­dos los eventos de la naturaleza y de ver en ellos hechos reversibles. Las segundas siempre han tenido en cuenta la noción de incertidumbre, saben que sus generalizaciones no pueden alcanzar el estatus certero de la ley física, sa­ben que su objeto de estudio no sólo se mueve y cambia, sino que además está vivo y a pesar de los estériles esfuerzos de dotar a las ciencias humanas de una estructura y una precisión com­parable a la de las ciencias exactas, aquellas no pueden negar la particularidad de su campo. Sin embargo, Prigogine cree que el abismo entre las dos culturas se está acortando, la separación que se suponía insalvable entre los fenómenos simples de la física y los complejos de las ciencias humanas se ha reducido considerablemente. De hecho, ésta sería la nueva alianza a construir: un diálogo más humano entre ciencia y sociedad, entre ciencia y cul­tura, y entre aquella y la naturaleza. El nuevo cielo se asemeja más a un universo desbocado en el que el azar y el caos no son la excepción sino la regla, donde el tiempo clava su flecha e instala al devenir en lugar del ser, donde las certidumbres se diluyen ante la contundencia de las probabilidades.”

Roberto Melville
Investigador del CIESAS-DF
melville@ciesas.edu.mx

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